El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, compartió este viernes que “miles” de prisioneros “no peligrosos, no miembros de pandillas” son capacitados, sin detallar en qué áreas, para “reconstruir” el país.
“Miles de prisioneros no peligrosos, incluidos asociados de miembros de pandillas (aunque no miembros de pandillas en sí) están siendo capacitados para ayudarnos a reconstruir nuestro país”, escribió en un mensaje en la red social X.
Aseguró que “de esta forma podrán reparar parte del daño que han causado a la sociedad”.
Bukele no precisó en que áreas son capacitadas estas personas, ni los delitos cometidos.
El presidente de honor de la dirección de Integración del gobierno salvadoreño, Alejandro Gutman, defendió en una reciente entrevista con EFE que la reinserción de los jóvenes pandilleros es posible “en algunos casos”.
“En los que ya tienen una historia muy marcada, es muy difícil” porque “además tienen penas muy largas”, señaló e indicó que “hay otros que seguramente tuvieron menores participaciones” y sí podrían tener “esa oportunidad de, con el tiempo, ir saliendo” de las prisiones.
“Es importante trabajar con ellos, con los que sí se puede”, y el Estado debe “acompañarlos”, opinó Gutman, frente a las críticas que organizaciones internacionales hacen a la estrategia de seguridad basada en un régimen de excepción implementado por el Gobierno del presidente Bukele contra las también llamadas maras.
En más de dos años del régimen han sido capturados más de 80.000 supuestos pandilleros y personas vinculadas a estas bandas. A esto el Ejecutivo atribuye una bajada pronunciada de los homicidios.
Sin embargo, las organizaciones humanitarias han recibido más de 6.000 denuncias de violaciones a derechos humanos, principalmente por detenciones arbitrarias y torturas, y reportan unas 240 muertes de detenidos bajo custodia estatal.