Sindicatos, movimientos sociales y organizaciones indígenas de Ecuador encabezan este martes una nueva protesta contra el gobierno, principalmente por el precio de los combustibles.
Mientras rige el estado de excepción decretado por el presidente Guillermo Lasso, que habilita la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles, varias rutas permanecen bloqueadas por los manifestantes en cinco de las 24 provincias del país, entre ellas la de Pichincha, cuya capital es Quito, según informó el Sistema Integrado de Seguridad ECU911.
En ese marco, al menos 18 personas fueron detenidas por el cierre de carreteras, según informó el vocero presidencial Carlos Jijón, reportó el periódico local El Mercurio. Además, usuarios de redes sociales difundieron imágenes de la represión que se da en algunos de los puntos donde se desarrolla la protesta.
La movilización fue convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la principal central obrera del país, la Unión Nacional de Educadores (UNE) y la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), entre otras organizaciones.
La medida de fuerza se produce tan solo cinco meses después de la asunción de Lasso, cuestionado por varias medidas económicas de ajuste y en medio de las revelaciones de los Pandora Papers, que expusieron las cuentas en paraísos fiscales del mandatario.
En un clima convulsionado en el país por problemas económicos, tensiones políticas y un incremento de la inseguridad, Lasso dictó la semana pasada el estado de excepción por 60 días para combatir la “delincuencia y el narcotráfico”. La medida autoriza a las Fuerzas Armadas a colaborar con la Policía Nacional en el control de la seguridad interna.
El viernes, Lasso dio marcha atrás en los incrementos mensuales de los combustibles, una que decisión que había generado un repudio generalizado entre la oposición y buena parte de la sociedad.
Sin embargo, los movimientos sociales, campesinos e indígenas cuestionaron que, antes de retroceder en el aumento, el presidente aplicó un incremento de 21 centavos de dólar por galón en el caso del diésel y de cinco centavos respecto al costo de la gasolina. Así, el precio quedó fijado en 2,55 dólares el galón de la extra y 1,90 el del diesel, un costo considerado elevado para los movimientos sociales y los productores agrícolas.
En una rueda de prensa celebrada este lunes, Leonidas Iza, presidente de la Conaie, consideró que debió ser congelado en 2 dólares para la gasolina extra o ‘ecopaís’ y 1,50 dólares para el diesel.
“Que se congele, no solo que se suspenda, porque sino también con conceptos se puede estar, en ese sentido, engañando al pueblo ecuatoriano”, advirtió Iza.