El presidente estadounidense, Joe Biden, emprendió este jueves el primer viaje a Asia de su mandato, con el objetivo de contrarrestar el auge de China y bajo la amenaza de una posible prueba nuclear o balística de Corea del Norte durante su visita a la región.
Al llegar al poder en enero de 2021, Biden apuntó a Asia como prioridad principal de su política exterior, pero una serie de factores, incluida la invasión rusa en Ucrania, le han forzado a mantener su atención en Europa, continente que ha visitado tres veces desde su investidura.
El cuarto viaje de su Presidencia le llevará por fin a Corea del Sur, donde aterrizará este viernes para una estancia de tres días, y a Japón, donde permanecerá hasta el 24 de mayo.
“Las alianzas de Estados Unidos en Europa y Asia nos mantendrán fuertes y seguros, y creo que también al mundo”, dijo Biden poco antes de despegar, durante una comparecencia en la Casa Blanca junto al presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, y la primera ministra sueca, Magdalena Andersson.
El viaje se enmarca en un aumento de tensiones con Corea del Norte, y la Casa Blanca ha advertido de que hay una “posibilidad auténtica” de que Corea del Norte lance un misil de largo alcance o haga su primera prueba nuclear en cinco años durante la visita de Biden a la zona.
“Estamos preparados para esa posibilidad, nos hemos coordinado con Corea del Sur y con Japón y sabemos lo que haríamos para responder”, dijo el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, en declaraciones a la prensa a bordo del avión presidencial rumbo a Seúl.
Estados Unidos ha comunicado incluso a China que esa “provocación” norcoreana haría que Estados Unidos “ajustara la forma en la que sus militares están posicionados en la región” para “defender a sus aliados”, añadió Sullivan.
El Gobierno norcoreano ha ignorado las invitaciones de Seúl y Washington para retomar el diálogo sobre desnuclearización, que permanece estancado desde la fracasada cumbre de Hanói de 2019.
Preguntado al respecto, Sullivan respondió que, por ahora, “Corea del Norte no ha demostrado ninguna intención de implicarse en contactos diplomáticos significativos o constructivos”, por lo que no hay perspectivas de que las negociaciones se reanuden a corto plazo.
La Casa Blanca ha descartado que Biden pueda desplazarse durante su viaje a la DMZ, la franja desmilitarizada de cuatro kilómetros de ancho que separa a las dos Coreas.
En Seúl, el presidente estadounidense se reunirá con su nuevo homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol, y con líderes tecnológicos y de manufacturas que invierten en Estados Unidos, además de visitar a las tropas estadounidenses y surcoreanas en la zona.
El domingo 22, Biden viajará a Tokio, donde además de verse con el primer ministro nipón, Fumio Kishida, participará en la segunda cumbre de líderes del grupo QUAD, que reúne a Estados Unidos, Australia, Japón y la India y busca hacer frente a la pujanza china.
Biden también presentará formalmente el Marco Económico del Indopacífico (IPEF), una iniciativa de cooperación regional diseñada para potenciar el comercio y la inversión entre Estados Unidos y la región, así como reforzar la resiliencia de las cadenas de suministro.
Esa iniciativa ha recibido algunas críticas de países de la región porque no parece ofrecer incentivos como la reducción de aranceles o la expansión del acceso a los mercados estadounidenses, según el diario The Wall Street Journal.
(c) Agencia EFE