“La actividad cinética y el combate activo entre las fuerzas ucranianas y rusas crean un entorno en el que las medidas estándar de verificación a veces son impracticables o imposibles”, reza un cable del Departamento de Estado.
La Administración del presidente de EE.UU. está recurriendo al ‘blockchain’ y otros recursos tecnológicos en sus intentos de seguir la pista de los miles de millones de dólares que, junto a otra ayuda militar, envía a Ucrania, indica un cable del Departamento de Estado obtenido por Politico este miércoles.
En el reporte, elaborado el 6 de septiembre por la Embajada de EE.UU. en Kiev, se señala que los funcionarios estadounidenses enfrentan serios desafíos a la hora de poder verificar el destino de las armas y el dinero que se envían al país europeo.
“Más que nada, la actividad cinética y el combate activo entre las fuerzas ucranianas y rusas crean un entorno en el que las medidas estándar de verificación a veces son impracticables o imposibles”, afirma el cable de nueve páginas, firmado por la embajadora estadounidense en la capital ucraniana, Bridget Brink.
Por su parte, el Departamento de Estado se negó a comentar directamente el informe, pero uno de sus portavoces señaló que Washington “se toma muy en serio su responsabilidad de garantizar la supervisión adecuada de toda la asistencia estadounidense”.
En este contexto, EE.UU. planea introducir diferentes métodos de control sobre la ayuda militar que recibe Ucrania. Estos métodos incluyen “una aplicación comercial para teléfonos inteligentes” para cargar fotos y videos, destinada a proporcionar “evidencia confiable y tangible de que la asistencia está llegando a los destinatarios previstos”. Washington quiere también delegar al propio Ejército ucraniano las inspecciones de equipos y exigir “documentación fotográfica del material recibido”, especialmente en zonas “de difícil acceso”.
Por otro lado, EE.UU. planea establecer un programa llamado ‘Servicios de monitoreo, evaluación y auditoría para informes de Ucrania’, MEASURE por sus siglas en inglés, centrado en la supervisión de la ayuda que recibe Kiev. El medio precisa que este paso incluye un contrato de tres años “con una empresa estadounidense para establecer una presencia en el país para realizar un monitoreo remoto y en persona con visitas al sitio como sea posible”.
