La gobernadora Maura Healey instó al presidente estadounidense, Joe Biden, a instrumentar una reforma legal para cubrir las “demandas históricas de mano de obra”.
La gobernadora de Massachusetts (EE.UU.), Maura Healey, declaró este martes el estado en emergencia ante el “rápido aumento” del número de migrantes y exhortó al Gobierno de Joe Biden a aplicar medidas innovadoras, que incluyan una “reforma integral” del marco legal migratorio.
En una carta enviada al secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, Healey resaltó que esas familias tienen una necesidad urgente de hogar, comida, salud, educación, entre otras cosas.
“En los últimos meses, la demanda ha aumentado a niveles que nuestro sistema de refugio de emergencia no puede seguir, especialmente porque la cantidad de familias que abandonan el refugio ha disminuido debido a la falta de opciones de vivienda asequible y las barreras para conseguir trabajo”, dijo.
En ese sentido, la gobernadora demócrata le pidió a Mayorkas acelerar el proceso de permisos de trabajo para las personas extranjeras que llegan a Estados Unidos.
Healey apuntó que “muchos de los recién llegados a nuestro estado quieren desesperadamente trabajar, mientras tenemos una demanda histórica de mano de obra en todas las industrias”.
“Estoy declarando el estado de emergencia en Massachusetts e instando a mis socios en el Gobierno federal a tomar las medidas que necesitamos para abordar esta crisis, simplificando el proceso de autorización de trabajo y aprobando una reforma migratoria integral”, añadió.
Por su parte, la vicegobernadora, Kim Driscoll, explicó que el sistema de asistencia de emergencia está diseñado para ser solo un programa temporal de seguridad.
“No está equipado para manejar la demanda que hemos visto en los últimos meses. Si bien hemos realizado esfuerzos hercúleos para expandir la capacidad tanto como sea posible, hemos llegado a un punto en el que la expansión es insostenible”, agregó Driscoll.
La gobernadora precisó que casi 5.600 familias, incluidos niños pequeños y embarazadas, viven en refugios de emergencia. El año pasado la cantidad fue de alrededor de 3.100.