Los representantes de Combs desmintieron las acusaciones, que tacharon de “ridículas y demostrablemente falsas”.
Dos nuevas demandas contra el rapero estadounidense Sean Combs, conocido artísticamente como P. Diddy, fueron presentadas este lunes en la Corte Suprema de la ciudad de Nueva York. Se trata de una nueva ronda de alegatos del abogado Tony Buzbee como parte de los 120 que planea emprender en contra del músico por maltrato, violación y agresión sexual, según anunció a principios de mes.
Ambas demandas fueron revisadas por la revista Variety. Una de ellas se refiere al caso de un residente de California, ocurrido en 2005, cuando tenía 10 años. En ese entonces, el menor estaba interesado en convertirse en una celebridad de la música o el espectáculo y sus padres contrataron a un asesor que les organizó una reunión en Nueva York con Combs para una “audición”.
El rapero pidió reunirse con el chico a solas antes de conocer a toda su familia. Entonces, el niño fue conducido a una habitación de hotel donde fue dejado a solas con P. Diddy. Según cuenta el demandante, cantó algunas canciones de rap y Combs le dijo que podía “convertirlo en una estrella”. A la pregunta de cuánto deseaba que eso sucediera, el niño respondió que “haría cualquier cosa”.
En ese momento, una persona del equipo de Diddy le ofreció un refresco. Poco después de beberlo empezó a sentirse “un poco raro”. Al respecto, el abogado Buzbee afirma que la bebida pudo haber estado mezclada con drogas como éxtasis o GHB (un psicoestimulante asociado a eventos de sobredosis y delitos sexuales).
La presunta víctima afirma que Diddy le pidió que se acercara y le dijo algo como: “A veces tienes que hacer cosas que no quieres hacer”. Luego se sacó el pene y lo obligó a practicarle sexo oral. Poco después, el niño perdió el conocimiento. Cuando volvió en sí, Combs “tenía los pantalones desabrochados y le dolían mucho el ano y las nalgas”, señala la demanda.
Este hombre afirma que, estando letárgico y sintiendo aún los efectos de las drogas, lloró y dijo que quería ver a su mamá y a su papá. Diddy supuestamente le advirtió de que si contaba lo sucedido lastimaría a su familia. Sin embargo, después les contó a sus padres lo sucedido, pero no lo denunciaron ante la Policía por temor a las represalias. Desde la presunta agresión, la víctima asegura que ha sufrido “depresión y ansiedad severas”.
En una declaración a Variety, los representantes de Combs desmintieron las acusaciones, que tacharon de “ridículas y demostrablemente falsas”, y afirmaron que el abogado demandante “está interesado en la atención de los medios en lugar de la verdad”. “En el tribunal, la verdad prevalecerá: que el señor Combs nunca agredió sexualmente ni traficó con nadie, hombre o mujer, adulto o menor”, añadieron.
Combs se encuentra en un centro de detención de Brooklyn (Nueva York), tras ser arrestado en septiembre y acusado de crimen organizado, tráfico sexual y transporte con fines de prostitución, cargos por los cuales se declaró inocente. Le han negado la libertad bajo fianza dos veces y permanecerá tras las rejas hasta su juicio en mayo de 2025.