Los Ángeles, ene (EFE).-California adoptó este martes reglas que prohíben el desperdicio de agua entre sus residentes al enfatizar que el estado enfrenta aún una grave sequía pese a las tormentas del mes pasado, que dejaron una gran cantidad de nieve en las altas elevaciones pero no la suficiente.
Las nuevas regulaciones impuestas por la Junta Estatal de Control de Recursos Hídricos de California prohíben regar en exceso el césped o las aceras y desperdiciar agua al lavar automóviles, entre otras restricciones.
Aunque la aplicación de las reglas es en principio voluntaria, los infractores podrían enfrentar multas de hasta 500 dólares por día.
Sean Maguire, miembro de la Junta Estatal, dijo al periódico “Los Angeles Times” que las regulaciones de emergencia contra la sequía “ayudarán con esa mentalidad de ahorro de agua”.
En julio de 2021 el gobernador de California, Gavin Newsom, había urgido a los residentes a reducir voluntariamente el uso de agua en un 15 %, pero gran parte del estado se quedó atrás de esa meta y solo los residentes de San Francisco lograron reducir el consumo de agua en un 20,2 %.
Las nuevas medidas, similares a las aplicadas durante la última sequía grave que vivió California de 2012 a 2016, estarán vigentes durante todo el año 2022.
El mes pasado California vivió varias tormentas que dejaron un récord de acumulación de nieve en la Sierra Nevada para el mes de diciembre, algo que no se presentaba en la zona desde hacía más de 50 años.
La Sierra Nevada es una fuente importante de agua para California, pero a pesar del récord, el estado aún necesita mucha más nieve para superar las necesidades de agua, de acuerdo con el California Cooperative Snow Surveys.