Los votantes de California tienen menos de dos semanas para decidir si el gobernador Gavin Newsom debe ser echado de su puesto y, si es así, cuál de los 46 candidatos sería más adecuado para el puesto.
Para los que votan en las elecciones del 14 de septiembre, el proceso es relativamente sencillo. La boleta electoral solo tiene dos preguntas. Esas preguntas, aunque ambas están relacionadas con la revocación del mandato, son independientes la una de la otra.
En la primera pregunta, usted puede votar a favor de o en contra de la revocación del mandato. Puede hacer caso omiso de la segunda pregunta, que le ofrece una selección de entre 46 posibles futuros gobernadores, si los votos de esa primera pregunta son la mayoría “sí”.
Asimismo, puede evadir esa primera pregunta de si quiere despedir al gobernador Newsom, y en respuesta a la segunda pregunta sencillamente declarar su preferencia de entre los 46 candidatos para sustituirlo, una vez más, si tiene éxito el voto para la revocación del mandato.
La votación ya está en marcha.
El 30 de agosto, California Black Media y Ethnic Media Services convocó una sesión informativa para responder a cualquier duda sobre cómo funciona el proceso de las elecciones de destitución.
Raphe Sonenshein, director ejecutivo del Instituto Pat Brown para los Asuntos Públicos de la Universidad Estatal de California en Los Ángeles, proporcionó un historial del proceso de revocación del mandato mediante el cual se puede destituir a los funcionarios elegidos en California, y Shirley Nash Weber, Secretaría del Estado de California, la máxima oficial elegida del estado, respondió a preguntas acerca de cómo se están llevando estas elecciones.
Con la esperanza de aclarar las cosas todo lo posible, Sonenshein hizo hincapié en que un voto de “no” para la revocación del mandato sería un voto a favor de Newsom, mientras que un voto de “sí” sería para terminar su mandato como gobernador.
Con la reciente distribución por correo de las boletas electorales en ausencia y por correo a votantes registrados en todo el estado, dijo, son “unas elecciones de dos semanas”.
“El verdadero partido”, dijo Sonenshein, “está en esa primera pregunta. Esa es la que hará historia”.
Se espera que el número de votantes sea un factor decisivo en las elecciones. Esto es lo que se conoce en los círculos políticos como un año en que no hay elecciones congresales, ni del senado ni de presidente en la boleta electoral. Normalmente, este tipo de elecciones atrae mucho menos interés y muchos menos votantes.
“Estas son unas elecciones primordiales”, dijjo Sonenshein. “¿Sabes de qué se trata esto? ¡De quién envió su boleta electoral!”
Hasta ahora, dijo, “la votación temprana está entrando a niveles muy altos”, en particular entre votantes mayores, como suele ser el caso en general.
Los votantes de 65 años o mayores ya habían votado en una tasa del 35%, dijo, y el porcentaje es aún más alto entre los mayores de 71 años. Pero “aún hay mucho que hacer”, dijo. Los votantes de entre 18 y 34 años, dijo, hasta ahora han respondido a un nivel muy inferior.
Aunque las boletas electorales no indican con exactitud la raza u orígenes étnicos de los que votan, en cálculos de votación hasta ahora, Sonenshein dijo, “Los votantes blancos están sobrerepresentados y los votantes latinos están infrarrepresentados”.
Recomendó actualizaciones diarias gratuitas sobre la participación de votantes disponibles de la organización Political Data Intelligence.
Weber describió varios aspectos del proceso de votación.
Habló de cómo habrá cámaras controlando el proceso de conteo, en el que una máquina separa las boletas electorales de los sobres, y lo que hay que hacer si su boleta electoral se pierde o se daña (contacta con el registro de votantes a nivel local).
Y usted puede hacer seguimiento del progreso de su voto una vez que se haya enviado en el sitio web de su oficina.
“Estas son unas elecciones muy importantes”, dijo. “Haga lo que haga”, dijo, “asegúrese de votar en la pregunta número uno” (la primera pregunta, acerca de si se revoca el mandato del gobernador o no), “porque esa realmente inicia el hecho de si va a haber una revocación del mandato o no”.
El estado contará los votos para sustituir al gobernador, dijo, incluso si el voto para la revocación del mandato fracasa: “Contaremos los votos, pero es inmaterial”.
El proceso de revocación del mandato se ideó por primera vez en el Condado de Los Ángeles a finales de los 1800s, dijo Sonenshein. Resultó popular en distritos locales por todo el estado, junto con el proceso de iniciativas para crear nueva legislación y el proceso de referéndum para eliminarlas. El 1911, California hizo disponibles los tres procesos a nivel estatal.
En los 110 años desde entonces, dijo Sonenshein, ha habido 179 intentos de revocación del mandato de funcionarios estatales, pero solo 11 de ellos consiguieron suficientes firmas de petición para calificar para la boleta electoral.
Algo único en estas “crítica y urgentemente importantes” elecciones de destitución de 2021, dijo Sonenshein, es que un tribunal el año pasado concedió cuatro meses más a los recaudadores de firmas para una petición de revocación del mandato para conseguir que se calificara la revocación del mandato para la boleta electoral, en vista de las dificultades para recoger firmas relacionadas con la pandemia de COVID-19.
Una singularidad inexplicable de la legislación de revocación del mandato original de California de 1911, dijo Sonenshein, es que las elecciones para que alguien sustituya a la persona que es el sujeto de la revocación del mandato se realiza simultáneamente, y “es increíblemente fácil hacerse candidato”.
Pero para los oficiales elegidos que se enfrentan a la revocación del mandato, dijo, “¡es aterrador!”
Para presentarse a las elecciones, un posible gobernador tiene que pagar una cuota de presentación de $3,500, o recoger 10,000 firmas de un partido político. La mayoría paga la cuota.