La junta directiva del Congreso de Guatemala dejó sin facultades este miércoles al grupo parlamentario del presidente electo, Bernardo Arévalo, al acatar la suspensión del partido Semilla ordenada a instancias de la cuestionada Fiscalía.
“Ellos en este momento quedan independientes”, dijo a periodistas la presidenta del Congreso, Shirley Rivera, del partido oficial Vamos, tras una sesión en que la junta informó al plenario sobre esta decisión.
Desde ahora los cinco diputados de Semilla, entre ellos el mismo Arévalo, no podrán presidir comisiones, participar en la preparación de la agenda legislativa ni tener asesores, entre otras prerrogativas.
Para la próxima legislatura, que debe asumir con Arévalo el 14 de enero de 2024, Semilla contará con 23 diputados.
“Esa resolución está absolutamente fuera del marco legal”, declaró Arévalo a la prensa al cierre de la sesión. El presidente electo también cuestionó que diputados del cancelado partido UCN integren la junta directiva y presidan comisiones.
El consultor de asuntos legislativos Víctor Valverth afirmó que la directiva del Congreso “no tiene facultades” para cancelar una bancada, pues es una facultad del plenario.
Valverth, de la ONG Asociación para el Desarrollo Legislativo y la Democracia, indicó a la AFP que la suspensión tampoco debe ser acatada mientras “está en suspenso” un recurso de Semilla ante la corte electoral y otros amparos solicitados por el partido.
“Ésta es parte de una serie de acciones que ha venido tomando este régimen de corrupción que se ve vulnerado y sabe que terminó su modelo para siempre porque perdieron en las urnas”, declaró en conferencia de prensa el diputado de Semilla, Samuel Pérez.
Pérez anunció que denunciarán a la junta directiva por abuso de autoridad y resoluciones contrarias a la Constitución.
El lunes, el TSE proclamó al socialdemócrata Arévalo como el ganador del balotaje del 20 de agosto frente a la ex primera dama Sandra Torres.
Sin embargo, el Registro de Ciudadanos del TSE inhabilitó el mismo día a Semilla al acatar una polémica orden del juez Fredy Orellana.
La inhabilitación fue pedida al juez por el fiscal Rafael Curruchiche, quien emprendió una cruzada contra el partido de Arévalo luego de que éste diera la sorpresa en la primera vuelta presidencial, el 25 de junio.
Orellana y Curruchiche están incluidos por Estados Unidos en un listado de personajes “corruptos”, y su cruzada parece estar motivada por la promesa de Arévalo de emprender una lucha frontal contra la corrupción.