Tegucigalpa, 11 feb (EFE).- El Parlamento de Honduras, que integran 128 diputados, no consiguió este sábado, en su tercer intento, elegir a los 15 nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para el periodo 2023-2030 por falta de consensos entre las principales bancadas.
Los diputados no pudieron llegar a un acuerdo en la sesión de hoy, que se inició a las 17.53 hora local (23.53 GMT), con casi tres horas de retraso, con un minuto de silencio en memoria del hijo de la exdiputada Marlene Alvarenga que falleció hoy supuestamente después de ingerir una bebida energizante.
Previo al inicio de la reunión, los ánimos se caldearon y terminaron en empujones entre los diputados Bartolo Fuentes, del partido Libertad y Refundación (Libre, en el poder), y Jack Uriarte, del Nacional, sin pasar a mayores.
El diputado Netzer Mejía, de Libre, presentó una moción de quince candidatos para ser los magistrados del Tribunal Supremo, la que no tuvo el respaldo de las principales bancadas de oposición del Parlamento, los partidos Nacional, Liberal y Salvador de Honduras.
La diputada Ariana Banegas, del Partido Nacional, presentó otra moción nominativa con muchos aspirantes de los propuestos por Libre, pero tampoco fue respaldada por las otras bancadas.
Tras el rechazo de las dos listas, el presidente del Parlamento, Luis Redondo, suspendió la sesión y anunció que el próximo lunes se reunirán los jefes de las bancadas para acordar el día y la hora de la nueva sesión para elegir a los nuevos magistrados del Supremo.
El viernes, también fracasó el segundo intento de la elección de los quince magistrados al no lograrse el respaldo de las principales fuerzas de oposición, lo mismo que el 25 de enero.
PIDEN TRANSPARENCIA EN EL PROCESO
El Parlamento de Honduras elegirá de una nómina de 45 candidatos propuesta en enero por la Junta Nominadora, a los quince magistrados, para lo que requiere el voto de al menos 86 de sus 128 diputados.
Luego de retirarse del hemiciclo, los diputados de Libre se trasladaron a la parte baja del edificio del Parlamento, en el centro de Tegucigalpa, donde militantes de esa institución política les manifestaban su respaldo y gritaban “queremos una nueva Corte”.
La Conferencia Episcopal de Honduras, organismos de cooperación internacional y de sociedad civil han venido pidiendo a los diputados que prevalezca la transparencia y el bien común en la elección de los nuevos magistrados.
La Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE), el Sistema de las Naciones Unidas y ocho países, entre ellos España y EE.UU., instaron hoy a los partidos políticos a que “dialoguen, eviten un lenguaje polarizador y alcancen un acuerdo dentro del marco constitucional”.
Por su parte, los obispos hondureños lamentan la falta de diálogo entre los diputados y los instó a buscar “la paz y la concordia “sin perder de vista que son representantes de toda una nación”.
Desde el retorno a la democracia, en 1982, la elección de los magistrados del Supremo se ha hecho mediante negociaciones políticas de los opositores partidos Nacional y Liberal, ambos conservadores.
Pero en la presente legislatura, en la que ambas instituciones políticas suman 66 escaños, tendrán que negociar con las otras fuerzas, principalmente con los partidos Libre y Salvador de Honduras, que juntos suman 60 de los 128 diputados que conforman el Parlamento.
El problema principal es que ningún partido tiene mayoría en el Parlamento, por lo que si no hay acuerdos seguirán al frente los 15 magistrados que debieron cesar en el cargo este sábado tras un ejercicio de siete años.