En medio de una fugaz crisis política, el Congreso local mexicano aprobó la dimisión de Luis Orozco.
Adel ZAANOUN con Sarah BENHAIDA en Jerusalén
Samuel García, ahora exprecandidato presidencial por el Movimiento Ciudadano (MC) en México, será quien vuelva a tomar las riendas de la gubernatura de Nuevo León, al norte del país, tras la polémica situación de ingobernabilidad presentada en esa entidad, luego que él abandonara brevemente el cargo con la intención de iniciar su campaña por la presidencia.
La confusión se generó porque García pidió licencia para separarse del cargo y en ese lapso esperaba que el interinato quedase en manos del secretario general de gobierno, Javier Navarro. Sin embargo, el Congreso de Nuevo León había designado a Luis Enrique Orozco, para asumir la gubernatura.
En medio de la confusión, este fin de semana García se desistió de la precandidatura presidencial y anunció que regresaba a asumir el cargo de gobernador.
Al mediodía del lunes, el presidente del Congreso de Nuevo León, Mauro Guerra, informó que el entonces gobernador interino, Orozco, decidió “hacerse a un lado con el fin de que se pueda procesar el regreso de Samuel García”.
En el transcurso de la jornada, el Congreso de Nuevo León aprobó la renuncia de Orozco, y posteriormente revocó el permiso de separación de García, para que de esta manera “reasuma funciones como gobernador constitucional”.
En su mensaje a medios, el presidente del Congreso local dijo que García propició la situación de “ingobernabilidad” en Nuevo León, al realizar durante los últimos días, “una serie de actos tendientes a obstaculizar el ejercicio del cargo del gobernador interino quien fue designado legítimamente por el Poder Legislativo y reconocido por las instancias judiciales correspondientes, como la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.