La justicia iraní condenó a muerte a otras tres personas a raíz del movimiento de protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini mientras estaba detenida, anunció este lunes la agencia del poder judicial, Mizan Online.
Amini, una kurda de 22 años, murió el 16 de septiembre, tres días después de haber sido detenida por la policía de la moral por supuestamente haber infringido el código de vestimenta femenina que rige en la República Islámica.
Según Mizan Online, los condenados, Saleh Mirhashemi, Majid Kazemi y Saeed Yaghoubi, fueron acusados de estar implicados en la muerte de tres miembros de las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones.
Fueron declarados culpables de “moharabeh” (guerra contra Dios), precisó Mizan Online.
En el mismo proceso, otras dos personas fueron condenadas a penas de cárcel por la muerte de tres miembros de las fuerzas de seguridad en la provincia de Isfahán (centro) el 16 de noviembre de 2022, indicó la fuente.
Entre ellas se encuentra el futbolista Amir Nasr-Azadani, de 26 años, que juega en un equipo local.
Todas las condenas anunciadas este lunes podrán ser recurridas ante el Tribunal Supremo, agregó Mizan Online.
El guía supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, señaló el lunes que había “sin duda, problemas económicos” en el país. “Pero ¿pueden estos problemas ser resueltos quemando papeleras o provocando disturbios en la calle?”
“Sin duda, estas acciones son traición, y las instituciones responsables tratan la traición con seriedad y de forma justa”, dijo, citado en su página web.
Con los anuncios del lunes, son ya 17 las personas condenadas a la pena capital en relación con las protestas, según un recuento establecido por AFP a partir de los anuncios oficiales.
Cuatro han sido ejecutadas y a dos, el Tribunal Supremo les confirmó la pena. El resto está a la espera de un nuevo juicio o pueden recurrir.
Las dos últimas ejecuciones, anunciadas el sábado, suscitaron indignación internacional.
El papa Francisco instó el lunes a poner fin a la pena capital en el mundo, también en Irán.
“La pena de muerte no puede ser empleada como una supuesta justicia de Estado, ya que no constituye un medio de disuasión ni rinde justicia a las víctimas. Sólo alimenta la sed de venganza”, afirmó el pontífice argentino.
Por su parte, el ministerio de Relaciones Exteriores francés consideró que estas condenas a muerte y las ejecuciones, que “se suman a otras muchas violaciones graves e inaceptables de los derechos y libertades fundamentales cometidas por las autoridades iraníes”, no pueden ser una respuesta a “las aspiraciones legítimas de libertad del pueblo iraní”.
Según Amnistía Internacional, Irán es el país que más ejecuciones lleva a cabo, después de China.