San Salvador, 12 ene (EFE).- La familia de la salvadoreña Beatriz, una joven a quien en 2013 se le impidió interrumpir su embarazo, pidió este miércoles que el Estado “reconozca su responsabilidad” en dicho caso y que adopte políticas para evitar que este tipo de situaciones se repitan.
“Esperamos que el Estado salvadoreño reconozca su culpabilidad y responsabilidad, y que implemente políticas que vayan relacionadas a los derechos de las mujeres para que este tipo de casos no se vuelvan a repetir jamás”, dijo Humberto, hermano de Beatriz, durante una conferencia de prensa en un hotel de la capital salvadoreña.
El hermano de la salvadoreña —identificado únicamente como Humberto— reaccionó así al anuncio de que el caso de Beatriz llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
“Nosotros como familia nos sentimos muy agradecidos y satisfechos ahora que el caso está dentro de la CorteIDH y creo que no va a ser fácil, pero tenemos que seguir luchando y no callar aunque nos vengan cuestionamientos”, manifestó.
Humberto subrayó que “Beatriz tuvo el valor de enfrentarse al Estado, no fue fácil para ella ni para nosotros que lo vivimos con ella. Aún las heridas y los recuerdos están ahí”.
“Este es un pequeño logro que se ha obtenido. Beatriz ha marcado la brecha, así como otras mujeres también, ella vuelve a marcar (la ruta) hacia donde debemos de ir y luchar para que ni una mujer vuelva a repetir este tipo de situación, que no se vuelvan a dar estos casos”, concluyó.
Por su parte, Delmi, madre de Beatriz, aseguró que “el Estado le falló (a Beatriz)”, por lo que pidió que “se cumpla con lo que se pide para que este caso no se vuelva a repetir en otras mujeres”.
“Beatriz solo quería vivir, pero el Estado le falló”, agregó.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que presentó el caso de Beatriz el pasado 5 de enero ante la CorteIDH, explicó que esta causa se refiere a “la responsabilidad internacional del Estado por las violaciones a los derechos de Beatriz y su familia debido a la prohibición absoluta de la interrupción voluntaria del embarazo”.
El organismo detalló que esa prohibición se produjo ante una situación de riesgo grave a la vida, la salud e integridad personal, y de inviabilidad del feto fuera del útero.
Beatriz fue una joven salvadoreña a la que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) denegó el aborto y estuvo hospitalizada en San Salvador desde abril de 2013 y dio a luz a una niña mediante una cesárea el 3 de junio de ese año.
Sin embargo, la bebé murió horas después porque no tenía cerebro, una de las causas por las que su madre había pedido interrumpir el embarazo, además de sus propias enfermedades (padecía lupus).
El 28 de mayo de 2013, la Sala de lo Constitucional de la CSJ le denegó a la mujer su petición de abortar, presentada el 11 de abril de 2013, y el 29 de mayo la CorteIDH dictó medidas provisionales a su favor, pero tampoco logró su objetivo.
(c) Agencia EFE