El presidente argentino cuestionó además la exclusión de Venezuela, Nicaragua y Cuba por parte de la Casa Blanca: “Ser anfitrión no otorga la capacidad de imponer un derecho de admisión” de otros países.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, reclamó este jueves una “reestructuración” de la Organización de Estados Americanos (OEA) “removiendo de inmediato a quienes la conducen”, si es que ese organismo “quiere ser respetado y volver a ser la plataforma política regional para la cual fue creada”, argumentó.
Durante su discurso en la IX Cumbre de las Américas, en la ciudad de Los Ángeles, EE.UU., el mandatario lamentó además que “no todas las naciones estén presentes”, y abogó por una Latinoamérica “unida y sin exclusiones”.
“El silencio de los ausentes nos interpela”, dijo Fernández. Y añadió: “Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un derecho de admisión sobre los países miembros del continente”.
Durante su intervención, el titular pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), cuestionó la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua en la reunión, y pidió por el fin de los bloqueos comerciales a los dos primeros países.
Fernández invitó directamente a su par estadounidense, Joe Biden, a participar del próximo encuentro plenario de la Celac: “Sueño que en una América fraternalmente unida nos comprometamos a que todos los seres humanos que habitan nuestro continente tengan derecho al pan, la tierra, al techo y al trabajo digno”, manifestó.
En otro tramo de su discurso, el jefe de Estado cuestionó la gestión del expresidente estadounidense Donald Trump por su “intervención” ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), a la que calificó de “decisiva” para “facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un Gobierno argentino en decadencia”, en referencia a la administración de Mauricio Macri.
“Lo hizo con el solo propósito de impedir lo que acabó siendo el triunfo electoral de nuestra fuerza política. Por tamaña indecencia sufre hoy todo el pueblo argentino”, indicó respecto de la deuda de 44.000 millones de dólares que pesa sobre el país.
Fernández fue uno de los presidentes latinoamericanos que pidió a la Casa Blanca que ningún país de la región sea excluido del evento, después de que las autoridades del Departamento de Estado norteamericano dijeran que Cuba, Venezuela y Nicaragua serían marginados de la cita.
No obstante, Fernández no puso condiciones a su asistencia y decidió participar bajo la promesa de “defender los derechos de América Latina” y la “unidad” de la región.
“La unidad no se declama, se ejerce; y la mejor forma de ejercerla es no segregar a nadie”, había dicho el miércoles, un día antes de partir hacia Los Ángeles.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, le había encomendado el lunes a su homólogo argentino convocar una reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), con la idea de que participen los 33 países de la región y se invite especialmente al mandatario de EE.UU., Joe Biden.
El presidente argentino llegó el miércoles a Los Ángeles y, en su primera jornada de estadía, mantuvo una reunión con el titular de General Motors Internacional, Shilpan Amin, y luego participó en la ceremonia inaugural de la Cumbre de las Américas, donde fue recibido, junto a la primera dama Fabiola Yánez, por Biden y la primera dama estadounidense, Jill Biden.